EL VENCEJO QUE DUERME ENTRE LAS NUBES

Como escribió Miguel de Unamuno en su poema “Han vuelto los vencejos”, estas extraordinarias aves siempre vuelven igual que las hojas a los árboles y a las cumbres las nieves. Cuando llegan a nuestros pueblos y ciudades nos avisan con sus chillidos. Sin embargo, a muchos les pasan desapercibidos. Se están perdiendo una de las grandes maravillas de la naturaleza, el ave que permanece más tiempo en el aire.

Los vencejos, junto con las salanganas, los vencejos arborícolas y los colibríes, pertenecen al orden de los Apodiformes, que significa en griego “sin pies”, debido a que sus patas son extremadamente cortas. Esta cualidad o defecto, según se mire, se debe a que los vencejos prácticamente no las necesitan porque casi toda su vida se desarrolla en los cielos.

Si un vencejo cae al suelo le será muy difícil remontar el vuelo porque sus pequeñas patas apenas le darán impulso. Sólo los vencejos adultos en plenas facultades físicas y que cuenten con una pista de despegue de unos cuantos metros podrán conseguir alzar el vuelo por sus propios medios.

En Europa podemos observar tres especies: el vencejo común (Apus apus), el vencejo pálido (Apus pallidus) y el vencejo real (Tachymarptis melba). Aunque cada vez es más frecuente, tal vez por el cambio climático, la presencia en la Península Ibérica de otras dos especies procedentes de África: el vencejo moro (Apus affinis) y el vencejo cafre (Apus caffer).

Mapa Vencejo Común

Mapa de la distribución del vencejo común (Apus apus)

¿Los vencejos son golondrinas?

A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, los vencejos ni son golondrinas ni están emparentados con ellas. El parecido entre estas dos aves se debe a un proceso denominado convergencia evolutiva que se produce cuando dos especies animales, que no están emparentadas entre sí, tienen una misma forma de vida con idéntica alimentación o idénticos depredadores. Al tener los mismos problemas para sobrevivir evolucionan desarrollando las mismas soluciones para afrontarlos y por ello terminan siendo externamente parecidas. El vencejo y la golondrina tienen formas de vida similares cazando insectos y realizando largas migraciones, por ello han desarrollado una apariencia externa muy parecida.

El acróbata de los cielos

El vencejo común es un infatigable volador. Su cuerpo aerodinámico y sus alas estrechas en forma de hoz le convierten en el animal mejor adaptado al medio aéreo que existe. Sus diminutas patas cuentan con cuatro dedos dirigidos hacia delante armados con poderosas garras que utilizan para aferrarse a paredes verticales, su único contacto con el medio terrestre.

El vencejo común puede alcanzar velocidades sostenidas de 90 Km/h. y velocidades punta de más de 100 km/h. Su pariente el vencejo mongol (Hirundapus caudacutus) es considerado el ave más rápida del mundo en vuelo horizontal, en sus migraciones entre Siberia y Australia llega a desplazarse a velocidades sostenidas de 170 km/h.

El vuelo del vencejo es impredecible y caprichoso, con continuos cambios de dirección.

Cortejo y crianza de los vencejos

A finales de abril, resuenan los chillidos del vencejo común en las ciudades del Sur de Europa. El acróbata ha llegado de África. Comienza la caza de insectos, la recolección de materiales al vuelo para preparar el nido y los vuelos rasantes sobre las piscinas y fuentes para beber rozando el agua sin mojarse. Sólo se posarán para incubar sus huevos o para resguardarse de un aguacero.

Los primeros en llegar son los machos “casados”, que discretamente y en silencio efectúan el reconocimiento de su antigua colonia. Ocupan el mismo nido de años anteriores y lo defienden fieramente de otros machos “solteros” que intentan establecer su primer nido. Es tal la fidelidad del vencejo a su nido que puede ocuparlo año tras año durante más de una década.

El vencejo es un ave que vive en comunidad. Lo habitual es que las colonias tengan entre 1 y 30 nidos ocupados por las mismas parejas primavera tras primavera. Junto a los “casados” toda colonia que se precie tiene un buen número de jóvenes “solteros” que colaborarán en la defensa del territorio. También meterán mucho ruido intentando ocupar nidos abandonados y hostigando a grajillas y estorninos para arrebatarles las grietas donde anidan.

Los jóvenes suelen permanecer solteros de 2 a 4 años hasta que viajando de ciudad en ciudad encuentran un lugar adecuado para preparar su primer nido.

Los vencejos aprovechan huecos en las fachadas o cavidades en los tejados para colocar sus nidos, por eso no son visibles a simple vista. Los materiales necesarios para adecentar el hueco elegido son recolectados al vuelo entre materiales que arrastra el viento como plumas, briznas de paja o pequeñas telas. Luego son depositados en la cavidad del nido y moldeados con saliva hasta darles forma de cuenco donde colocar los huevos.

Vencejo comun

Vencejo común en vuelo | Autor: Nicholls of the Yard · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Una vez superadas las dos primeras primaveras, en las que la mortalidad es muy elevada, la esperanza de vida de un vencejo común es de 11 años. Aunque hay vencejos que han llegado a vivir 21 años.

Después de la ocupación y defensa del nido por el macho, llegan las hembras. Los vencejos son monógamos y conservan la misma pareja para toda la vida. Sin embargo, macho y hembra emigraron por separado a África hace 8 meses. Ahora toca reconocerse y avivar la llama del amor.

El reencuentro se produce en la oscuridad del nido. ¡Hola soy yo! ¿Me reconoces? Se dicen el uno al otro en un chillido especial que sólo la pareja conoce. Entonces empieza el cortejo, primero dentro del nido acicalándose mutuamente y después revoloteando en una persecución desenfrenada a lo largo de toda la colonia.

Los dos miembros de la pareja se ocuparán de la defensa del nido frente a otros vencejos intrusos. El macho lo defenderá frente a otros machos y la hembra frente a otras hembras. Las peleas cuerpo a cuerpo pueden durar horas y transcurren dentro y fuera del hueco del nido, incluso en el suelo de la calle.

Los dos contrincantes se enzarzan, como si de una lucha greco-romana se tratara, resultando vencedor aquel que consiga poner su espalda contra el suelo del nido o de la calle. Esta curiosa posición supone el fin de la pelea porque impide el ataque por el punto débil del vencejo (la espalda) y obliga a atacar por el punto fuerte (las poderosas garras). Cuando se alcanza esta posición la pelea ha terminado, aunque si se ha llegado al suelo de la calle ambos vencejos se encontrarán en un verdadero aprieto para poder remontar el vuelo.

Vencejo comun

Vencejo común | Autor: Giles Watson · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Si el tiempo es caluroso la puesta será normalmente de 3 huevos. Si la climatología es templada o fría las dificultades para cazar insectos aumentarán y el vencejo reducirá instintivamente la puesta a uno o dos huevos. La duración del periodo de incubación oscila entre un mínimo de 19 y un máximo de 25 días cuando la temperatura ambiente es más baja de lo habitual.

Los polluelos de vencejo recién nacidos tienen un tono de piel de color gris rosado y todavía no pueden ver. Las cortas patas les permiten moverse torpemente por el nido. Sus cuatro dedos, al contrario que sus padres, no están dispuestos hacia delante sino por pares, dos hacia delante y dos hacia atrás.

Los pollos permanecen en el nido, a pensión completa, una media de 42 días. Cuando la lluvia o el frío impide a los padres alimentar correctamente a sus polluelos la estancia puede aumentar hasta los 60 días.

A las dos semanas de edad los polluelos alcanzarán el peso de sus padres y con cuatro semanas llegarán a un peso de 55 a 65 gramos, cuando los adultos suelen pesar entre 42 y 47 gramos. Este sobrepeso les permite acumular una reserva de grasa que les salvará la vida cuando vengan los malos tiempos.

Cuando el vencejo alimenta a sus polluelos, forma con sus presas una bolita detrás de la lengua que pesa uno o dos gramos (unos 300 insectos). En días soleados, los vencejos pueden cazar suficientes insectos para aportar de 20 a 35 cebas al nido. Pero cuando súbitamente cambia el tiempo, el frio y la lluvia reducen las cebas a cero. Ante el peligro de morir de hambre los polluelos utilizan un curioso mecanismo de defensa. Entran en una especie de estado de hibernación reduciendo su temperatura corporal y ralentizando su metabolismo, pudiendo soportar un ayuno de hasta 7 días gracias a sus reservas de grasa.

A veces los periodos de mal tiempo duran más de lo que los polluelos pueden soportar sin comer. Es entonces cuando el vencejo tiene que utilizar otra de sus extraordinarias habilidades para salvar a su familia.

Fuga de Tempero

¿Qué puede hacer un pequeño pájaro de poco más de 40 gramos frente a una persistente borrasca que le impide alimentarse a sí mismo y a sus polluelos? ¿Qué haríais vosotros?

El vencejo en estos casos de vida o muerte puede llevar a cabo una ingeniosa estrategia llamada fuga de tempero.

Elevándose en el cielo huirá del mal tiempo volando decenas o cientos de kilómetros, los que hagan falta, hasta salir de la borrasca y llegar a un lugar soleado donde pueda encontrar insectos. Así, por ejemplo, cuando un temporal azota persistentemente el archipiélago británico es posible ver retornar vencejos a sus nidos con la garganta hinchada por la bolita de alimento que traen a sus polluelos desde el otro lado del Canal de la Mancha. Es decir, esquivan la borrasca alimentando a sus polluelos británicos con insectos capturados en Francia.

Un cazador de insectos de destreza fabulosa

Como hemos visto, los vencejos son pájaros que realizan largas expediciones de caza y regresan para cebar a sus polluelos con la garganta llena de una bolita de insectos triturados. No vuelan con la boca abierta constantemente, sino que capturan insectos selectivamente con su poderosa vista y sus reflejos increíblemente rápidos.

El vencejo se alimenta de insectos voladores, pulgones y arañas arrastradas por el viento e incluso puede llegar a cazar orugas suspendidas de un hilo de seda. Aunque parezca increíble, puede volar entre un grupo de abejas capturando únicamente nutritivos zánganos e ignorando las abejas obreras, peligrosas por su aguijón. También desechará hormigas arrastradas por el viento por contener ácido fórmico, un peligroso veneno.

El vencejo es un ave que vive en comunidad, pero caza en solitario. Cuando veamos en los campos una gran concentración de vencejos no se debe a que cacen juntos sino a que en el lugar existe una gran acumulación de insectos y muchos vencejos se apuntan al banquete.

¿Dónde duermen los vencejos?

A lo largo del periodo de cría, los vencejos vuelven al nido un cuarto de hora antes de la puesta de Sol. Mientras, los vencejos “solteros” desaparecen como si se elevaran en el cielo, ¿dónde van durante la noche?

Los científicos han descubierto que durante la noche los vencejos hacen precisamente eso, elevarse en el cielo entre 1.000 y 2.000 metros. ¿Duermen realmente o sólo planean a la espera del amanecer? ¿es posible volar y dormir a la vez?

No lo sabemos, pero una posible explicación es que los vencejos sean capaces de dormir en el aire por hemisferios cerebrales, es decir, mantener una parte de su cerebro dormido y otra despierto al mismo tiempo.

El gran salto

A mediados de julio los padres dejan de alimentar a los polluelos y éstos, empujados por el hambre, se asoman más y más al hueco por el que antes llegaban sus padres con comida. Finalmente, el hambre les hace perder el miedo y saltan…

Será su primer vuelo y la última vez que vean el nido en que nacieron, o al menos la última en mucho tiempo. Ahora ya son acróbatas del aire.

Dedicarán todo su tiempo a alimentarse y a seguir una voz que les llama a lo lejos. Nunca han estado allí, pero se dirigen hacia ella. Su destino es África.

En pocos días los jóvenes llegarán al sur de Europa y se dispondrán a cruzar el Mediterráneo. Después atravesarán el desierto del Sahara, continuando hasta el centro y sur del continente africano.

Los jóvenes tardarán en regresar a Europa casi dos años, no lo harán hasta que se despierte en ellos el instinto de la reproducción y el ciclo de la vida vuelva a comenzar.

Nuevas amenazas para el vencejo

Los vencejos deben afrontar peligrosas amenazas a lo largo de su vida. En sus migraciones tendrán que superar peligrosas cordilleras y atravesar desiertos en los que no podrán alimentarse durante días.

Sin embargo, sus principales amenazas proceden del hombre. Los vuelos de aviones comerciales suponen un peligro para los dormideros nocturnos a gran altitud y los nuevos estilos de arquitectura les dejan sin huecos en los que anidar.

Ojalá estas extraordinarias aves superen todas las dificultades y nosotros, como Miguel de Unamuno en abril de 1908, podamos decir la próxima primavera que “han vuelto los vencejos, los del año pasado, los de siempre, los mismos de hace siglos, los del año que viene”.

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El vencejo que duerme entre las nubes
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El vencejo que duerme entre las nubes
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Descubre cómo es la vida de los vencejos. ¿Son los mismos cada primavera? ¿Dónde viajan en invierno? ¿Dónde duermen?
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Birding140
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