¿LAS AVES SE ENAMORAN PARA TODA LA VIDA?

La respuesta es sí, pero con matices… el 92% de las más de 8.600 especies de aves son monógamas. Entre las más fieles encontramos a cigüeñas, ánsares y cisnes, que llegan al extremo de no separarse ni de día ni de noche durante todo el año. Incluso podemos verlas juntas durante las migraciones en las que recorren miles de kilómetros.

En las especies monógamas tanto el macho como la hembra cuidan de sus hijos. El cortejo tiene una gran importancia ya que crea un vínculo de pareja. De este modo cuanto más dure menos posibilidades tendrá la hembra de copular con otro macho. Además el vínculo garantiza que el macho no tenga tiempo ni ganas de iniciar otra relación. Con todo esto entendemos que haya hembras celosas que expulsen a otras hembras de sus territorios y que los machos vigilen a sus parejas fértiles. En algunas especies los rituales de cortejo regulan las pautas sexuales de la pareja. Un ejemplo de esto aparece en las hembras de paloma torcaz que no alcanzan la madurez sexual hasta que las corteja un macho.

Cotorra argentina

Pareja de cotorras argentinas

La monogamia depende de varios factores. Si una especie requiere muchas atenciones de sus progenitores tiene más probabilidades de ser monógama, como los albatros, petreles y pardelas. Otro factor es la escasez de alimento, en esta situación una buena estrategia para sacar adelante la descendencia es unir fuerzas. Para demostrar esto se realizó un estudio con el chochín. En la isla de Santa Kilda, donde el alimento no abunda, esta especie es monógama y ambos progenitores alimentan a las crías, mientras que en Londres, con más posibilidades de llenar el buche, ocurre lo contrario. Otro factor que favorece la monogamia es la nidificación en forma de colonia. En estas los machos vigilan con insistencia a las hembras durante el periodo fértil. Un ejemplo de esto son los aviones zapadores. Según un estudio realizado por investigadores del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, en el cual se han analizado 276 especies de aves, se concluye que las hembras que son más fieles a sus parejas reciben ayuda para criar a sus polluelos por parte del grupo mientras que aquellas que son más promiscuas no la reciben.

Las “infidelidades” se producen en mayor número cuando los territorios de varios machos están muy próximos entre sí, ya que favorece la posibilidad de copular con varios individuos. Estos casos se dan mucho en los gallos salvajes (Gallus gallus).

Cigüeña blanca

Pareja de cigüeña blanca

En las aves también se da la “ambigüedad” en casos como el del pontífice índigo (Paserina cyanea) que puede pasar de la monogamia a la poligamia. Parece ser que cuando abunda el alimento pueden juntarse hasta dos hembras por cada macho y volver a ser monógamo en época de escasez.

El verdadero maestro del engaño de pareja es el macho de papamoscas cerrojillo, que se comporta como si no estuviera “comprometido” al entrar en contacto con una hembra soltera. Para evitar este tipo de conductas algunas hembras, como la de herrerillo, dedican muchas horas a la vigilancia de su pareja y son implacables expulsando a otras hembras de su territorio. También realizan un gran número de cópulas, con lo que restan fuerzas al macho para que no pueda aparearse con otras y además aumentan la probabilidad de fecundidad.

El punto más negro lo ponen algunos patos. Hablamos de las pocas aves que poseen pene propiamente dicho, con lo que pueden forzar a las hembras a copular. En algunas especies como el ánade real son muy frecuentes las violaciones.

Toda relación tiene sus altibajos y a veces llega el divorcio. En Gran Bretaña hay dos especies de cisnes migradores: El cisne de Bewick (Cygnus columbianus bewickii) que vuela grandes distancias desde la tundra rusa y el cisne cantor que hace migraciones cortas. La tasa más alta de divorcio se da en el cisne cantor, donde las parejas no están tanto tiempo en contacto como en el caso del de Bewick y su vínculo es más débil.

Como habéis visto el comportamiento de pareja de las aves no difiere demasiado al de los humanos.

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