LAS RAPACES NOCTURNAS EUROPEAS

Cuando cae la noche, pequeñas figuras aladas de bordes desflecados surcan el aire. Atraviesan las calles de nuestros pueblos y ciudades como fantasmas. Sus largos penachos, sus discos faciales y sus inconfundibles ojos están diseñados para la vida con ausencia de luz. En la vieja Europa siempre estuvieron relacionados con leyendas, aquelarres y supersticiones. Sus hábitos nocturnos y el estar ligadas a construcciones en ruinas o de carácter religioso hicieron el resto para demonizar a las rapaces nocturnas.

Cárabo común (Strix aluco) | Autor: Peter G Trimming · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Cárabo común (Strix aluco) | Autor: Peter G Trimming · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

En España todavía existe la creencia de que las lechuzas se acercan a beber el aceite de las lámparas y velas de las iglesias. Hay una anécdota reciente de un lugareño que encontró una de estas rapaces heridas y estuvo obligándola a ingerir este aceite hasta que los empleados de un centro de recuperación cercano llegaron a auxiliar al animal. Evidentemente su intención era buena pero su ignorancia también.

Miles de estas anécdotas y leyendas recorren las diferentes lenguas europeas haciendo un flaco favor a estas aves que gracias a su dieta eliminan del campo y las ciudades las plagas de roedores e insectos. Lo cierto es que desde antiguo las rapaces nocturnas están ligadas a nuestras viviendas ya sea en el campo o en la ciudad. Beneficiándonos pero alimentando estas supersticiones también.

Tipos de rapaces nocturnas que existen en Europa

Las especies de rapaces nocturnas que crían en Europa son trece pero se pueden ver diecisiete: autillo, autillo de Bruce, búho chico, búho nival, búho pescador, búho real, cárabo común, cárabo de Hume, cárabo lapón, cárabo uralense, lechuza campestre, lechuza común, lechuza de Tengmalm, lechuza gavilana, lechuza mora, mochuelo chico y mochuelo común.

Lo que más llama la atención cuando nos encontramos con un ave nocturna es la capacidad de rotación de su cuello y sus ojos. Sus catorce vertebras cervicales y que sus ojos sean los situados más frontalmente en el reino alado le permiten un campo visual de unos 110°.

Pero, ¿cómo localiza a un animal que se mueve en la oscuridad? La base está en sus oídos internos plagados de células nerviosas y en sus discos faciales que amplifican el sonido como pequeñas parabólicas. Además si la presa deja de moverse cuando nuestra rapaz se lanza a por ella esta es capaz de rectificar la posición en plena oscuridad. Este arte lo domina muy bien el búho chico, la más nocturna de las rapaces, siendo capaz de cazar en condiciones de visibilidad nula.

Alimentación de las rapaces nocturnas

Búho real (Bubo bubo) | Autor: Koshy Koshy · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Búho real (Bubo bubo) | Autor: Koshy Koshy · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Sorprende que cuanto más pequeña es la rapaz, mayor es el número de las presas que ingiere. De tal forma que siguen una relación inversamente proporcional.

La alimentación de las rapaces nocturnas es diferente a lo largo del continente europeo. Distingamos entre los individuos del Norte de Europa y los de la región mediterránea. Entre los primeros, los consumidores de roedores son: búho chico, búho nival, cárabo lapón, lechuza campestre, lechuza de Tengmalm y lechuza gavilana. Las rapaces que comen mamíferos, aves, anfibios, reptiles, invertebrados y peces son: búho real, cárabo común, cárabo uralense y mochuelo chico.

En la región mediterránea, las especies más insectívoras son las más pequeñas (autillo y mochuelo común). Por otro lado, tanto el cárabo común como el de Hume consumen invertebrados y pequeños mamíferos. Mientras que el búho chico consume roedores y la lechuza común micromamíferos.

Unas ocho horas después de dar caza a sus presas, los restos sólidos que no son evacuados se comprimen en forma de egagrópilas y son expulsados por la boca con contracciones. Su recolección puede servir para identificar a su dueño. Por ejemplo las del cárabo son grises, secas y se desmenuzan; mientras que las de la lechuza son redondeadas, duras y negras.

Veamos ahora la presión que ejercen estas aves sobre otras especies. En Finlandia se realizaron estudios que demostraron que la dieta de la lechuza de Tengmalm, cárabo común y cárabo uralense de febrero a junio era en un 14% proveniente de otras aves. En otro estudio, en Escocia, se vio como la lechuza campestre aprovechaba los altos índices de reproducción del topillo campestre reduciendo su población.

Por el contrario, tanto el autillo como el mochuelo común no parece que afecten mucho a las poblaciones de invertebrados. En cualquier caso no parece haber una predilección de estas rapaces por una especie en concreto. Aunque sí parece demostrada la afinidad de la lechuza de Tengmalm por el pinzón vulgar y de la lechuza campestre por el topillo campestre. Lo que está claro es que a veces las presas elegidas no son las más abundantes sino las más accesibles. Prueba de esto lo encontramos en los búhos reales que aprenden a alimentarse de las ratas de los vertederos.

¿Cuál es el ave rapaz nocturna más grande de Europa?

El búho real es la de mayor tamaño; es un ave rapaz nocturna de ojos grandes y brillantes que pesa más de cuarenta veces lo que el mochuelo chico, que es la más pequeña. De esta forma los grandes búhos son el real, el nival y el cárabo lapón. Por el contrario, entre los más pequeños encontramos los mochuelos, los autillos y la lechuza de Tengmalm. El resto de especies serían de tamaño medio.

¿Dónde ver las distintas rapaces nocturnas?

Mochuelo común (Athene noctua) | Autor: Duncan Hull · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Mochuelo común (Athene noctua) | Autor: Duncan Hull · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

En Europa la distribución geográfica de las rapaces nocturnas se caracteriza por una mayor densidad en latitudes medias. En el norte del continente el búho nival sólo comparte su área de distribución con las lechuzas campestres mientras que el búho real, el búho chico y el cárabo común se encuentran con casi todas las demás especies. Otras especies norteñas son el cárabo lapón, la lechuza gavilana y el cárabo uralense. Entre las especies más meridionales encontraremos al autillo, el mochuelo común y la lechuza común. Caso excepcional es el de Polonia donde pueden encontrarse todas estas especies en la misma latitud.

Hábitat de las rapaces nocturnas europeas

Según el tipo de hábitat podemos hacer una clasificación diferente de estas aves. No cabe duda de que las rapaces nocturnas conviven en los mismos hábitats; no olvidemos que unas especies con frecuencia están presentes en la dieta de otras.

Aunque predominan las especies arbóreas, hay algunas excepciones como el búho nival que habita en la tundra y la lechuza campestre que tiene predilección por los lugares pantanosos. El más generalista es el búho real, este ave rapaz nocturna de vuelo pausado y silencioso puede vivir en cualquier hábitat, busca parajes inaccesibles a excepción de los terrenos pantanosos.

Podemos dividir las especies forestales entre las que prefieren los bosques de hoja caduca (autillo, cárabo común, lechuza común y mochuelo común) y las que viven en bosques mixtos y de montaña (cárabo común, cárabo lapón, cárabo uralense, lechuza gavilana y lechuza de Tengmalm). La excepción es el búho chico que vive en los dos tipos de bosques.

¿Dónde anidan las rapaces nocturnas?

A la hora de nidificar el lugar típico suele ser un agujero en un árbol o en una caja nido. Sin embargo, la lechuza campestre, el búho real, el nival y el mochuelo común nidifican frecuentemente en el suelo. Este caso del búho real lo vemos en Sierra Escalona de Alicante (España) una de las poblaciones más densas del mundo que custodia ASE. Al búho chico y al cárabo lapón les gusta usar nidos de ardillas o de otras aves.

Mochuelo boreal o lechuza de Tengmalm (Aegolius funereus) | Autor: Stefan Berndtsson · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

Mochuelo boreal o lechuza de Tengmalm (Aegolius funereus) | Autor: Stefan Berndtsson · Creative Commons: Attribution 2.0 Generic

En las grietas de los edificios encontraremos al cárabo común, al uralense, a la lechuza común, al mochuelo común y a al autillo común.

Desde estas líneas esperamos desmitificar a estas aves y lograr que se muestre interés para protegerlas y perpetuar sus poblaciones. La Unión Europea ha establecido una protección específica para el búho real, el nival y la lechuza campestre. En todo el continente se llevan a cabo iniciativas para favorecer a las rapaces nocturnas. Por ejemplo, en las islas Shetland, la RSPB organizó vigilancia 24 horas para los búhos nivales que anidan en ellas.

Aprovechando la facilidad con las que las rapaces nocturnas nidifican en cajas nido, nuestros amigos de la Asociación Tyto en Huesca, realizan investigaciones sobre estas aves para ayudarlas en su supervivencia.

Otros esfuerzos para recuperar estas rapaces se realizan en Suecia, Alemania y Gran Bretaña con programas de cría en cautividad para afianzar las poblaciones de búhos reales. En Holanda se realizan campañas periódicas de divulgación de la lechuza común y en España Brinzal realiza campañas de divulgación, cría y recuperación de estas especies.

Pero todos estos esfuerzos no tienen sentido si no difundimos los beneficios de estas rapaces. Si no acabamos con las electrocuciones y atropellos. Si no erradicamos el veneno y, sobre todo, si no limpiamos la mala imagen de estas beneficiosas aves.

Para finalizar os recomendamos ver el siguiente video de BuboVlog sobre la más grande de las rapaces nocturnas:

Resumen
Las Rapaces Nocturnas Europeas
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Las Rapaces Nocturnas Europeas
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Descubre cuánto sabes de las rapaces nocturnas europeas: cuántas especies existen, de qué se alimentan, dónde viven y cuales son sus principales amenazas
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Birding140
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