AGUILUCHO CENIZO, PELIGRO ENTRE EL CEREAL

A medio día empezaba a hacer calor y la cosechadora hacía su trabajo. Mientras en el nido dos pollos de aguilucho cenizo se removían. El trabajo tenía que estar acabado al final de la tarde. Con lo que el conductor enfiló la cosechadora hacia ellos con bastante rapidez. Los pollos mantenían sus picos abiertos para soportar el calor matutino. En el ambiente había un ligero olor a aceite quemado. Pero ante el porte de madera con la bandera roja la máquina paró y los pollos se libraron de un fatal desenlace.

Cosechadora

Cosechadora

Como vemos en la historia anterior gracias a que el nido estaba localizado y marcado estos pollos se han salvado. El problema ha sido resuelto gracias a voluntarios de asociaciones como GREFA, ya que como muchas aves esteparias esta rapaz realiza su puesta en la cobertura que les proporciona la cosecha. La solución al problema pasa por marcar los nidos, dejar rodales o trasladar a los pollos a lindes entre cultivos. Esto último se realiza siempre con pollos de menos de 10 días. Otra técnica es el “hacking”: con balas de paja se construye un cercado alrededor del nido y se alimenta a los pollos mediante tubos. Cuando los pollos están listos para volar se autoliberan. Todo esto se realiza durante el periodo de cría que va de abril a finales de junio. Lo que le expone más al problema anterior porque es en esas fechas cuando se realiza la recolección de algunos cereales de ciclo corto. En países como Holanda y Francia se han llevado a cabo estudios sobre la incidencia de este tipo de cultivos en la especie.

La población europea de esta bella rapaz ronda las 50.000 parejas. Llegando en España a superar las 4.000 parejas. Las mayores poblaciones se localizan en Castilla y León, Andalucia y Extremadura. Se trata de un ave migradora que registra grandes concentraciones a su paso por el Estrecho de Gibraltar. Con dos pasos, el primero en marzo-abril y el segundo en agosto-septiembre. Siendo el fin de la cría y el principio de la migración el mejor momento para observarlas.

De cualquier forma acciones como las de GREFA, planes de conservación e información sobre la especie y la erradicación de la lacra del veneno en nuestros campos forman parte de la solución al problema. Solo así veremos perdurar en el tiempo el vuelo a baja altura y los planeos que realizan los aguiluchos cenizos para capturar a sus presas.

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