PROYECTO ARCAN DEL COLECTIVO AZALVARO

Entre buitres y ganaderos ha existido una estrecha colaboración desde hace milenios. Cuando los ganaderos sufrían la muerte de uno de sus animales abandonaban el cuerpo en el campo. En pocas horas buitres negros y leonados, alimoches y quebrantahuesos se alimentaban del cadáver evitando la propagación de enfermedades.

Este matrimonio entre buitres y ganaderos ha perdurado, como en toda relación con altibajos, hasta nuestros días. Sin embargo, en el año 2001 se produjo la ruptura definitiva. Las estrictas normas sanitarias que se promulgaron para luchar contra la enfermedad de las “vacas locas” impusieron el divorcio. Los ganaderos ya no podían abandonar sus animales muertos en el campo.

Como sucede en la mayoría de los matrimonios rotos todos salieron perjudicados. Los ganaderos se vieron obligados a contratar y pagar seguros para la retirada de animales muertos y su posterior incineración y los buitres fueron condenados a la hambruna.

Birding140 observando carroñeras en el punto de alimentación suplementaria de El Espinar

Birding140 observando carroñeras en el punto de alimentación suplementaria de El Espinar

Ante la difícil situación en la que se encontraban los buitres, el Colectivo Azalvaro ideó un sistema de eliminación de animales muertos llamado proyecto ARCAN (Autogestión de la Red de Comederos de Aves Necrófagas). Las instalaciones del antiguo basurero de El Espinar se adaptaron como centro de limpieza y desinfección de los vehículos especiales que el proyecto ARCAN utilizaría para el transporte de los animales muertos y se estableció una red de puntos de alimentación suplementaria (PAS) para aves carroñeras distribuidos por la provincia de Segovia. El primero de ellos se estableció también en el antiguo basurero de El Espinar aprovechando que se trataba de un lugar de alimentación tradicional para aves como milanos y cigüeñas. De esta forma se dio un nuevo uso a este espacio que había sido rehabilitado pero que estaba desaprovechado.

Finalmente, el proyecto ARCAN echó a andar en 2006 y desde entonces ofrece a los ganaderos segovianos un sistema innovador para gestionar la retirada y destrucción de sus animales muertos y de los subproductos de la industria cárnica. El Colectivo Azalvaro retira los animales muertos de las explotaciones ganaderas y los transporta a puntos de alimentación suplementaria controlados, cumpliendo la estricta normativa sanitaria. De esta forma se evita la contaminante y costosa incineración de los cadáveres y al mismo tiempo se suministra alimento a las aves necrófagas presentes en la región, fundamentalmente buitre negro y leonado.

Observatorio de El Espinar

Observatorio de El Espinar

Recientemente la normativa europea ha empezado a flexibilizarse. En los espacios naturales con presencia importante de aves necrófagas se permite que las autoridades concedan permisos a las explotaciones ganaderas extensivas para abandonar los cuerpos de sus animales muertos. Desafortunadamente el cambio de normativa no es suficiente. Muchas autoridades regionales son reacias a conceder estos permisos. Esto está provocando que en gran parte de la península Ibérica, el último refugio de los buitres europeos con el 90% de la población total, los buitres sigan padeciendo hambruna.

Aparte de la nueva normativa, iniciativas como el proyecto ARCAN son la última esperanza para la supervivencia de las escasas poblaciones europeas de buitre. Esperamos que el Colectivo Azalvaro tenga éxito con este innovador proyecto y pronto buitres y ganaderos vuelvan a colaborar estrechamente como lo han hecho siempre.

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