BRINZAL Y LAS RAPACES NOCTURNAS

Desde 1986 en la Casa de Campo, en pleno centro de la capital madrileña se sitúa el Centro de Recuperación de rapaces nocturnas de Brinzal. Siendo el único en España que se esfuerza para que nuestras noches sigan contando con la presencia de estas rapaces. Todo esto le hace no solo lugar de referencia en investigación de estas aves, sino en un centro puntero de curación y recuperación de las mismas.

Liberando a un mochuelo – Brinzal

Pero para conocer más sobre estas aves y para saber más sobre Brinzal hemos realizado esta entrevista en exclusiva a su coordinadora Patricia Orejas.

• Pregunta: Desde Birding140 tenemos claro que Brinzal se encuentra a la cabeza en cuanto a recuperación de rapaces nocturnas. Así como en materia de divulgación y protección de estas aves. Pero, ¿Con qué medios cuenta Brinzal para ser un centro tan puntero? ¿Qué os hace diferentes a los demás?

• Respuesta: ¡Muchas gracias por el cumplido! Empiezo por la segunda: la diferencia con otros centros es la especialización en un grupo muy concreto de aves. Todo en nuestro centro de recuperación está diseñado y adaptado a las especies con las que trabajamos (rapaces nocturnas y chotacabras): instalaciones, protocolos, tratamientos, alimentación, etc. Eso hace que optimicemos los recursos y que el porcentaje de recuperación que tenemos ahora ronde el 70%. Además, constantemente estamos estudiando, aprendiendo e innovando, lo que nos lleva a ir incorporando nuevos protocolos y actualizando las técnicas de rehabilitación que nos permitan mejorar entre otras cosas la adaptación a la naturaleza de nuestros pacientes una vez liberados.En cuanto a los medios, ¡¡bastantes menos de los que nos gustaría!! Sobre todo el presupuesto es mucho más limitado de lo que nos haría falta… pero ¿en qué centro no pasa eso?En cuanto a instalaciones hemos ido poco a poco ampliando y mejorándolas, tenemos área de hospitalización, área de incubación y cría, y bastantes instalaciones de recuperación incluidas varias naves de vuelo de grandes dimensiones para entrenamiento en vuelo y caza. Respecto a personal, somos cuatro personas trabajando para la asociación (y eso incluye también los proyectos que desarrollamos fuera del centro) pero contamos con un nutrido e imprescindible grupo de voluntarios, sin los cuales no podríamos llevar a cabo todo el trabajo.

• P.: Estamos ante un declive importante de rapaces de este tipo. Por eso nos gustaría saber ¿Qué especies han ingresado en mayor número en vuestro centro en los últimos años? ¿Y por qué motivos?

• R.: Autillos y mochuelos. Los primeros porque crían en zonas muy humanizadas (parques urbanos, jardines…) y llegan muchos volantones que caen al suelo al dar sus primeros vuelos, y los segundos además de también criar cerca del ser humano sufren muchos atropellos.

• P.: Imaginemos que somos una rapaz que recibe el centro. ¿Por qué dependencias, manos y técnicas pasaríamos desde nuestra llegada hasta nuestra suelta?

• R.: En primer lugar las aves pasan por la enfermería. Dónde son examinadas y se les realiza todo tipo de pruebas. Tras este paso, si es necesario se aplicarían los primeros auxilios. Hasta llegar a este paso intentamos que el animal no sea manejado más de media hora. De esta manera evitamos provocarle estrés innecesariamente. Además para casos extremos disponemos de una UCI convenientemente equipada. Cuando el ave se encuentra recuperada se inicia el proceso de rehabilitación. En este se busca que el animal sea capaz de volar y cazar por sí solo. Para ello, disponemos de unas naves de vuelo con cazaderos donde las rapaces pueden desarrollar sus actividades antes de ser liberadas.

• P.: Para vosotros en el momento actual ¿Qué especie necesita más ayuda?

• R.: Sin duda el mochuelo y la lechuza común, las dos especies más ligadas a hábitats agrícolas y cercanos al ser humano. Se están viendo muy afectadas por la intensificación de la agricultura, por el incremento de carreteras y por la falta de lugares de nidificación.

• P.: Suponemos que el fin propio del centro es llegar a ese momento mágico en el que el padrino suelta al ave recuperada. A día de hoy ¿Qué ave es más fácil de recuperar? ¿Hay alguna especie que sea más solicitada por los padrinos?

• R.: Los más fáciles de recuperar son los mochuelos, son bastante “duros de pelar” pese a su tamaño y de carácter más tranquilo que el resto, lo que hace que lleven mejor su estancia en cautividad. Los padrinos generalmente prefieren el búho real, por lo espectacular, pero si el ave va a ser apadrinada por un niño los mochuelos son los más solicitados.

• P.: Además de la labor de recuperación de estas aves ¿Qué otros frentes tiene abiertos Brinzal?

• R.: Proyectos en marcha, además del centro de recuperación: Un Mochuelo en cada olivo, este año fase III con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Además de objetivos y actividades en la fase II como el proyecto “AgroSOStenible” con agricultores de Madrid y Castilla La Mancha. Así como la conservación y el estudio de las poblaciones de autillos en el medio urbano donde seguimos investigando las causas de su declive, así como la cría en cautividad…

Colocando una caja-nido dentro de programa «Un Mochuelo en cada Olivo» de Brinzal

• P.: Y para terminar nos gustaría que nos recordaras brevemente una serie de recomendaciones si encontramos una rapaz nocturna herida o desvalida.

• R.: En primer lugar habría que asegurarse de que el ave necesita nuestra ayuda. Después habría que cogerla echándole alguna prenda por encima. De esta forma lo mejor sería meterla en una caja con agujeros y dejarla en un lugar tranquilo y a oscuras. Después llama URGENTEMENTE  a BRINZAL a los teléfonos 91 479 45 65 (horario de oficina) y 670 93 32 40 (móvil). Durante la espera en ningún caso debes dar de beber o comer al ave.

Desde estas líneas queremos agradecer la labor que hacen los amigos de Brinzal. Así mismo esperamos que alguno de nuestros lectores se anime a unirse a su nutrido grupo de voluntarios o hasta a apadrinar una de estas hermosas aves.