ENCINARES DE LOS RÍOS ALBERCHE Y COFIO – INVIERNO 2014

A mediados de febrero acompañamos a Juancho y Picaruelo en su pajareo por la ZEPA Encinares de los ríos Alberche y Cofio, al suroeste de la provincia de Madrid.

Comenzamos el recorrido con buen pie, al poco de iniciar muestro pajareo divisamos un majestuoso buitre negro sobre las cumbres. Aunque se encontraba a mucha distancia, su gran tamaño y su vuelo reposado resultaban espectaculares.

Poco después apareció la primera gran sorpresa de la jornada, iba a ser un gran día. Muy cerca del buitre negro, a menor altura, apareció una pareja de águila real. Durante aproximadamente veinte minutos las dos águilas estuvieron jugando en el aire, hasta que una de ellas desapareció de nuestra vista y la otra se posó en una de las cumbres. Aunque la distancia era grande, la silueta del águila real dominando la cumbre resultó muy hermosa.

Águila Real en la montaña

Águila Real (Aquila chrysaetos homeyeri) en la montaña

Seguimos con nuestra ruta y nos adentramos en los pinares, un lugar precioso e ideal para que las parejas de buitre negro construyan sus nidos. Casi sin darnos cuenta algo sucedió, el bosque quedó en silencio, el canto de las aves desapareció. A los pocos minutos ocurrió lo que temíamos: el cielo quedó cubierto y débilmente comenzó a granizar. A pesar de todo tuvimos suerte, la granizada fue muy breve y el cielo se abrió en una espléndida tarde.

Continuamos hasta llegar a una amplia explanada, allí nos tomamos un descanso para afrontar la parte más dura del recorrido. Caminamos de nuevo durante aproximadamente media hora por rampas con una fuerte pendiente hasta llegar a una zona donde la senda se ensanchaba dejando ver un amplio sector del cielo; de repente, sobre nuestras cabezas ¡un buitre leonado! y un minuto más tarde ¡otro buitre leonado! y otro minuto después ¡un buitre negro! Pudimos disfrutar del vuelo de los tres durante bastante tiempo hasta que las corrientes térmicas los elevaron alejándolos de nosotros.

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Proseguimos por nuestra senda hasta llegar a un espléndido mirador desde donde se puede divisar gran parte de la provincia de Ávila con la Sierra de Gredos en su límite Sur. A lo lejos podíamos vislumbrar una pareja de águilas. Sospechamos que podría tratarse de águilas imperiales. Bajo estas líneas podéis ver una imagen ¿Qué pensáis? ¿Son águilas imperiales o reales?

¿Águila imperial ibérica?

¿Águila imperial ibérica?

Después de disfrutar del impresionante paisaje iniciamos el camino de vuelta. Mientras caminábamos seguíamos teniendo una magnífica vista de la Sierra de Gredos. Cuando… súbitamente sobre nosotros apareció una joven águila real. Nos pasó muy, muy cerca, apenas a tres metros, para después posarse sobre un gran pino a admirar las vistas. Cuando decidió alzar de nuevo el vuelo, su movimiento al comenzar a batir las alas fue espectacular.

Águila real (Aquila chrysaetos homeyeri)

Águila real (Aquila chrysaetos homeyeri)

Águila real (Aquila chrysaetos homeyeri) volando

Águila real (Aquila chrysaetos homeyeri) volando

Continuamos con nuestra ruta de descenso, no sin antes recibir la despedida de un gran buitre negro y de un lejano milano real. El último tramo de nuestro camino pajarero fue un poco accidentado. Debíamos descender del monte por el cauce seco de un torrente, de esos que sólo llevan agua un par de días al año. Solo que nos tocó la lotería y las abundantes lluvias de las últimas semanas hicieron que de cauce seco nada de nada, había agua por todas partes. En fin, terminamos nuestra jornada de pajareo haciendo un poco de barranquismo. Pero mereció la pena, ver relativamente cerca buitres negros y leonados, águilas reales e imperiales es un espectáculo sin igual, y la última sorpresa estaba por llegar al revisar las fotografías que habíamos tomado, veis esta imagen:

Nido de buitre

Nido de buitre

Sí, es un nido de buitre negro, apliquemos zoom:

Buitre leonado (Gyps fulvus) anidando en un árbol

Buitre leonado (Gyps fulvus) anidando en un árbol

Pero qué es esto, no es un buitre negro, es un ocupa, un buitre leonado anidando en un árbol, una auténtica rareza. Se trata de uno de los pocos casos donde una pareja de buitre leonado decide no anidar sobre roca sino ocupar un antiguo nido de buitre negro.

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1 Response

  1. José Miguel Alonso dice:

    Gran crónica, enhorabuena.

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