BRINZAL: 30 AÑOS CON LAS RAPACES NOCTURNAS

Desde Birding140 creemos que la mejor manera de celebrar el aniversario de Brinzal pasa por compartir con nuestros lectores la labor y acciones de este grupo de profesionales que velan por nuestras rapaces nocturnas.

QUÉ ES BRINZAL

Es una asociación sin ánimo de lucro especializada en la recuperación, conservación y estudio de las rapaces nocturnas desde hace 30 años. Todo esto se consigue gracias a un equipo multidisciplinar compuesto por veterinarios, biólogos y naturalistas, junto a un nutrido grupo de voluntarios que prestan su tiempo de forma desinteresada.

Paralelamente también se desarrollan labores de educación ambiental, proyectos de conservación, divulgación o investigación, así como cursos y actividades relacionadas con estas aves.

Como curiosidad saber que un brinzal es una planta o incluso un bosque entero siempre que salga de una semilla. Haciendo alusión a esto toma interés la unión y dedicación necesaria para sacar adelante esta labor. De ahí la importancia de sus colaboradores, seguidores y voluntarios. Todos ellos forman parte del “bosque” que acoge a las rapaces nocturnas.

quirofano aves rapaces nocturnas

Quirofano de aves rapaces nocturnas – Imagen cedida por Brinzal

EL CENTRO DE RECUPERACIÓN

Ahora veamos cómo funciona el curioso hospital de Brinzal. Las aves al ingresar se someten a un examen veterinario completo para poder valorar el alcance de las lesiones que presentan. Éste suele incluir hematología, análisis parasitológico y radiografías.

El siguiente paso es iniciar el tratamiento que puede incluir antibióticos, vendajes o en casos extremos cirugía. Tras la recuperación veterinaria, permanecen en instalaciones que reproducen las condiciones de la naturaleza hasta recuperar la forma física.

Si todo va bien, el proceso acaba con la liberación del paciente a la naturaleza. En ocasiones, a pesar del esfuerzo, esto no es posible. Los ejemplares irrecuperables permanecen entonces en el centro, convirtiéndose en padres adoptivos, formando parte de diferentes programas de cría en cautividad o actuando como donantes de sangre para otros pacientes.

eire-con-peques

Eire con peques – Imagen cedida por Brinzal

El centro se encuentra en plena Casa de Campo de Madrid, aunque no es visitable. Realmente es poco práctico molestar a las aves que se están recuperando de sus lesiones para finalmente ser liberadas, ya que el estrés les afecta gravemente. Pero a través de la web de Brinzal podemos realizar una visita virtual por las instalaciones.

Veamos ahora los pasos y estancias por las que pasan los pacientes que llegan. Acompáñanos por ellas. Lo primero que encontramos es la Admisión. Todo comienza aquí, cuando alguien como tú se acerca con una rapaz nocturna que necesita ayuda.

Tras recibirlo y recabar la información necesaria (como el lugar de encuentro y las circunstancias), el animal pasa al Área de Hospitalización donde se realiza un chequeo y se instaura el tratamiento adecuado.

Como centro puntero, dado el caso, se puede realizar fisioterapia, acupuntura o incluso injerto de plumas. Aquí se encuentra la enfermería, donde se da una primera atención; así como las UCI´s (Unidades de Cuidados Intensivos), equipadas para proporcionar la tranquilidad y cuidados a los pacientes más delicados.

A esta unidad lo que más llegan son aves con traumatismos: fracturas, daños oculares, heridas graves…. Además en la entrada de cada área existe un pediluvio para evitar la difusión de enfermedades a través del calzado. En una de las instalaciones aledañas se reproducen ratas, ratones, grillos y tenebrios para cubrir las necesidades alimenticias de sus inquilinos.

instalacion-buhos-reales

Instalación de búhos reales – Imagen cedida por Brinzal

Pasamos después al Área de Rehabilitación que se compone de instalaciones de diferente tamaño habilitadas para acoger varios ejemplares. Aquí se distribuyen autillos, mochuelos, cárabos, búhos chicos, búhos reales, lechuzas comunes y campestres, así como especies afines como los chotacabras… los recintos están interconectados por pasillos, disponen de cámaras y se encuentran tapizados por mallas de ocultación que minimizan el estrés, evitando el contacto con el ser humano lo máximo posible. Es el mochuelo la especie que se recupera con mayor rapidez y facilidad.

En alguna de estas dependencias hay ejemplares irrecuperables que actúan como nodrizas. Esto beneficia a los pacientes más jóvenes, hace que se reconozcan como especie y que su desarrollo psicológico será el adecuado para volver a la naturaleza.

Destacan los métodos de preparación a la libertad, ya que en el caso de los pollos de determinadas especies que crecen en cautividad, es importante que tengan opción a diferenciar los peligros que aparecerán tras su liberación, enseñanza que en la naturaleza reciben de los adultos.

nave-circular-brinzal

Nave circular para la recuperación de aves – Imagen cedida por Brinzal

Por todo el recinto existe un entramado de cables y altavoces que emiten sonidos de alerta cuando “aparece” un posible depredador (ratas por el interior de jaulas de malla metálica en suelo y una rapaz diurna disecada por encima) para que los animales los asocien con algo peligroso. De esta manera se despierta el instinto de huir, esconderse o permanecer inmóviles en presencia de potenciales depredadores, que ellos tienen genéticamente determinado.

nave-cuerdas-brinzal

Nave de cuerdas – Imagen cedida por Brinzal

En este punto existen también unas naves de entrenamiento. Los voladeros lineales son para coger fuerza en el vuelo y entrenarse en la caza de presas vivas. Destacan las instalaciones con obstáculos en forma de cuerdas colgadas del techo para las especies forestales, mientras que el impresionante voladero circular con su diseño en forma de anillo permite un vuelo continuo para una mejor musculación. Este último se usa sobre todo para pacientes con fracturas de complicada recuperación. Durante el proceso de rehabilitación los animales son continuamente evaluados, ya que antes de ser liberados deben demostrar poder volar y cazar adecuadamente para sobrevivir en la naturaleza.

Por último, complementa estas instalaciones el área de cría. En la cría en cautividad solo se interviene en las fases más delicadas: la última fase de la incubación, el nacimiento y los primeros días de vida de los pollos, en los que éstos son criados a mano.

A partir del momento en que empiezan a abrir los ojos, y comienza el proceso de reconocimiento de su propia especie, son devueltos a sus padres que realizan su crianza de la manera más natural posible. Esto evita el peligro de una impronta errónea. Una vez desarrollados, los pollos son liberados en la naturaleza para reforzar las poblaciones naturales allí donde sea necesario.

Tras la recuperación viene la liberación de los individuos y se puede realizar mediante diferentes métodos. El más común es la suelta directa, que dependiendo de la especie se hace soltándose al aire o desde una caja de transporte. Se realiza de día para disminuir lo estresante de la situación y dar más tiempo al individuo para familiarizarse con el medio. Este método es eficaz en individuos que estén en forma y que mantengan un hábito de caza.

También tenemos la crianza campestre (hacking) que resulta útil para las especies con un periodo de emancipación largo, como las lechuzas. Se instalan los pollos en un nidal y diariamente se les proporciona comida por un tubo reduciéndose ésta cuando son capaces de cazar. Este método conlleva una gran cantidad de tiempo y medios pero establece una cierta dependencia por parte de los liberados al lugar de la suelta.

El último método para liberar individuos es la adopción directa (fostering). Consiste en la introducción de pollos en grupos familiares de nidos naturales. Esta técnica requiere un control previo del nido y un seguimiento exhaustivo. Es importante saber que se pueden liberar rapaces nocturnas tuertas, pero nunca con problemas auditivos, ya que esto les impediría cazar.

Tras la suelta se realiza el seguimiento de los individuos recuperados. Cada ejemplar liberado es portador de una anilla metálica o de un radioemisor. Estos últimos son colocados en la cola o en la espalda del ave y de esta manera se obtiene información tras la suelta mediante un receptor.

familia-os-j-15-2010

Familia – Imagen cedida por Brinzal

BRINZAL EN DATOS

Este año hemos batido nuestros propios records con 1519 ejemplares ingresados. Hemos pasado ya el nº 20.000 de animales atendidos, a lo largo de 30 años de historia brinzalera. Estos animales pertenecían a 91 especies diferentes, y el 98% de ellos son aves. La especie ganadora en número de ingresos son los vencejos que suman 418 (entre comunes y pálidos), seguida por los autillos, con 173 ejemplares, y por los mochuelos con 117. En cuanto a su distribución a lo largo del año, durante los meses de junio y julio llegaron casi el 65% del total (unos 950 ejemplares) Resultados con rapaces nocturnas: en total han sido casi 450 los ejemplares de rapaces nocturnas y chotacabras que han ingresado este año, y el porcentaje de los que se han liberado (o están aún en tratamiento pero a punto de serlo) se acerca al 60%. – @buhos_Brinzal

resultados-hospital-brinzal

Resultados con rapaces nocturnas ingresadas en 2015

Los datos del centro de recuperación del año pasado cedidos a Birding140 muestran la impresionante labor de Brinzal. Los resultados les animan a superarse año tras año mejorando las técnicas y protocolos así como las instalaciones. Nada más y nada menos que fueron 270 ejemplares de rapaces nocturnas y chotacabras los liberados en 2015.

Entre todos los pacientes destacan en el número de ingresos vencejos y autillos, sobre todo en el mes de julio. Los primeros como consecuencia de caída del nido y fallos en sus vuelos de iniciación. Los segundos porque son muy numerosos en zonas muy humanizadas, como parques y jardines, llegando a anidar hasta en los árboles del centro de la ciudad de Madrid.

Los pollos de autillo de esta gran ciudad sufren desde hace décadas una enfermedad que les provoca unas graves lesiones en la boca que llegan a impedirles comer, por lo que pueden llegar a morir si no son tratados a tiempo. Tras los estudios realizados a lo largo de varios años, se ha podido concluir que su dieta en Madrid está basada en gran medida en cucarachas, artrópodo que les transmite el parásito causante de esta enfermedad.

causas-de-ingresos-hospital-brinzal

Al estudiar las causas de ingreso vemos que los atropellos causan bajas sobre todo en lechuzas comunes y mochuelos, ya que estos usan las señales de tráfico como técnica de caza por sorpresa.

Los tendidos eléctricos afectan más a búhos reales, su gran envergadura les juega una mala pasada cuando contacta con un cable y el poste metálico a la vez. El “gran duque” también sale perdiendo cuando hay errores o accidentes de caza. En 2003 ingresó un ejemplar de búho real con 85 perdigones repartidos por todo su cuerpo. La fuerza de estas aves y el buen hacer de Brinzal hicieron el resto para poder liberarlo cuando se recuperó.

bb-con-vendaje

Aplicando un vendaje – Imagen cedida por Brinzal

El uso de rodenticidas influye en la dieta de lechuzas y cárabos, ya que el grueso de su dieta son los roedores. Mientras que los pesticidas perjudican a mochuelos y autillos que se alimentan de insectos.

PRINCIPALES PROYECTOS

  1. UN MOCHUELO EN CADA OLIVO se desarrolla desde 2012, fundamentalmente en el valle del Tajuña, al sur de Madrid, contando primero con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y posteriormente con el de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.

    El objetivo es mejorar la población de mochuelo europeo, que ha descendido en los últimos 15 años un 40%, siendo los cambios en los usos agrícolas la principal causa. En sintonía con agricultores y propietarios, se elimina el uso de herbicidas y pesticidas, se mantiene la cubierta vegetal natural en los olivares, se crean o mantienen linderos e islas de vegetación (aumentando así los invertebrados que suponen la dieta del mochuelo), se instalan cajas nido y estacas (usadas como posaderos) y, además, se liberan ejemplares rehabilitados.

    Esto unido a una campaña de divulgación e información hace posible una etiqueta de calidad para productos como vino, aceite y vinagre. Esta estrategia ha propiciado que se triplique el número de mochuelos en las parcelas donde se está trabajando.

  2. AGROSOSTENIBLE es la continuidad natural del proyecto “un mochuelo en cada olivo”. Se lleva a cabo en el sur de Madrid y en Castilla La-Mancha, y con él se pretende favorecer a las especies esteparias y dependientes de los cultivos. Los problemas vienen de lo que conocemos como intensificación agrícola. Se ha impuesto el monocultivo aumentando el uso de herbicidas, pesticidas y fertilizantes. En Europa el 80% de los ambientes agrícolas presentan un estado de conservación desfavorable para las especies esteparias. Además de las medidas del proyecto anterior se complementan con la rotación de los cultivos, el empleo de abonos naturales y el retraso en la recogida del cereal. Esto redunda en un beneficio para las especies esteparias y también para los agricultores, que mejoran la producción y reducen costes, ya que con estas medidas se consigue un control biológico de las plagas. De este proyecto surge la necesidad de acercar esta labor al gran público. Para ello hay unas rutas ornitológicas autoguíadas a pie o bicicleta que se pueden realizar por los municipios colaboradores.
  3. CRÍA EN CAUTIVIDAD Y HACKINGS DE LECHUZA COMÚN. Para reforzar la población natural de la especie, los pollos de lechuza común criados en cautividad son liberados al mes de vida mediante el método de hacking. Se trata de una caja nido donde se suministra la comida diaria mediante un tubo. De esta manera se evita que entren en contacto con sus cuidadores sin dejar de hacerles un seguimiento mediante un sistema de monitorización. Hay que reducir las molestias.

    A los 50 días los pollos están desarrollados completamente y a los dos meses comienzan a salir del nido. Poco a poco los jóvenes cazaran de modo instintivo, de manera que acabaran por dejar de visitar la caja nido. Es en ese momento cuando se interrumpe el proceso y con ello el suministro de comida.

    Este programa se ha usado en diferentes enclaves de la Comunidad de Madrid, Toledo, Guadalajara, Granada y Valencia. Distintas entidades y particulares han colaborado realizando hackings de lechuza común, como el grupo local de SEO-Guadarrama desde Cerceda, el grupo Alcedo en la Universidad de Alcalá de Henares, el grupo Tagonius en la Alcarria madrileña o la Reserva Ornitológica de Azuqueca de Henares. También se ha usado esta técnica en diferentes proyectos de reforzamiento de poblaciones, como el caso del proyecto Mussols en Valencia (desarrollado por la SVO, Societat Valenciana d’Ornitologia) o el proyecto Sobrevolando en Granada.

CÓMO COLABORAR

No olvidemos que cada gesto suma y para contribuir podemos hacernos buholuntari@s, socios, adquirir el merchandising o apadrinar alguna de estas aves. También podemos donar fondos a través de la web, teaming, facebook o de forma gratuita en tus compras on-line a través de Help Freely (con esta última app donas parte de tus compras sin aumentar el coste del producto).

Además desde Brinzal nos guían con unas recomendaciones a seguir si encontramos un ave herida y en especial si se trata de una rapaz nocturna. En primer lugar es importante asegurarse que el ave necesita nuestra ayuda. En el caso de estas rapaces los individuos jóvenes abandonan el nido muy pronto, incluso antes de poder volar.

Para cogerla y protegernos de sus garras e impedir su visión lo mejor es echarle por encima una prenda. A la hora de transportar al paciente lo más adecuado es usar una caja de cartón con pequeños agujeros. En ningún caso usaremos una jaula ya que aumentaría su estrés y su plumaje podría verse dañado.

Es importante recordar que lo mejor es no darles de comer ni de beber, podríamos perjudicar su salud. Además en ningún caso deberemos intentar curarla, esta labor solo debe realizarse en un centro de recuperación. Por último lo mejor será ponernos en contacto con el centro de recuperación más cercano, en el caso de Madrid con Brinzal en el teléfono 91 479 45 65.

autillo-recien-nacido

Autillo europeo (Otus scops) recién nacido – Imagen cedida por Brinzal

Esperamos con estas líneas acercar más este centro, único especializado en este tipo de aves, y la labor de los profesionales que lo hacen posible. Sin olvidar a los buholuntari@s, simpatizantes y socios que dan la cara a la hora de poner su granito de arena. La motivación final es el deseo de que nuestras noches sigan contando con la presencia de las más que misteriosas y atrayentes rapaces nocturnas. Solo queda dar las gracias a Brinzal y a su coordinadora Patricia Orejas sin cuya ayuda este post no hubiera sido posible.

También te puede gustar...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *